divendres, 23 de novembre del 2012

Consideraciones en torno al software educativo. Urbina

Tal y como nos dice Urbina en el artículo "Algunas consideraciones en torno al software en Educación Infantil" , el término educativo que se les pone a la mayoría de programas es excesivamente amplio y puede acoger muchos formatos; por este motivo, es tarea del profesor y de los familiares escoger adecuadamente el tipo de programa en función de lo que quieran trabajar con los niños. 

No obstante, nos hace ver que no sólo se debe dejar esta tarea bajo la responsabilidad de los usuarios, sino que debe haber una evaluación previa a la comercialización del producto. A continuación citaremos algunos aspectos a tener en cuenta.

  • La presentación del producto debe ser llamativa, con frases impactantes e ilustraciones vistosas.
  • Edad de los destinatariosUn buen programa educativo debe ser adaptable a varias edades, eso significa que debe ser planificado concretamente para una edad, aunque otras edades puedan beneficiarse de sus posibilidades.
  • Las instrucciones deben ser claras, concisas y completas y no exclusivamente verbales.
  • Los menús y barras de botones tendrían que ser fijos en cuanto a ubicación y diseño. además, sería conveniente que los botones fueran grandes, separados entre sí y con una finalidad deducible.
  • Los punteros, suficientemente grandes pero sin tapar otros elementos, y de un color que contraste con el fondo.
  • En cuanto al uso, en la fase de diseño se debería escoger si se pretende que el niño sea autónomo, o por el contrario necesita ayuda de un adulto para conseguir las tareas propuestas.
  • Respecto al nivel de las actividades, sería conveniente que todas fueran de nivel semejante o graduado según el ritmo del usuario.
  • Los botones también debe adaptarse a las capacidades psicomotoras de los niños, ya que el nivel de comprensión no tiene por qué ir ligado a la destreza psicomotora.
  • Una de las claves del programa es el tratamiento de los errores. Siempre debemos impulsar al niño a mejorar y a continuar las tareas con ilusión, jamás frustrarle en el intento con frases como: "está mal".
  • Por último, es importante incluir en el programa una guía didáctica para padres o maestras donde se muestre con claridad cuáles son los objetivos del mismo y cual es su correcto uso para exprimir todo su potencial.
Para finalizar el artículo Urbina deja una pregunta en el aire, sobre la cual yo quisiera hacer una reflexión:


Estamos inmersos en la sociedad de la comunicación y las tecnologías y se lo estamos inculcando a los niños pequeños. Es cierto que todos estos programas conllevan muchos beneficios y nos ayudan a trabajar las habilidades de los nuestros, no sólo en el ámbito formal sino también en el no formal. Como expone Urbina, es tarea de maestros y familiares controlar qué tipo de programa estamos ofreciendo a nuestros niños y qué queremos conseguir con ellos; pero, ¿Y si como padre/madre no sé evaluar un buen programa? respondiendo a su pregunta, creo que sería muy conveniente que este tipo de programas pasaran por un control de calidad, externo a los productores, y realizado por profesionales de la educación, quienes saben qué habilidades deben trabajarse en cada etapa, qué forma hay para llevarlo a cabo y, sobre todo, cómo pueden trabajar los niños para aprender jugando y divirtiéndose.

Sería un buen acto de reflexión por parte de productores incluir en sus equipos este tipo de profesionales, aunque simplemente sea por incrementar los beneficios por la gran calidad educativa del producto.


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